Catalina le pidió al Papa León XIII, durante una audiencia en 1887, que enviara más misioneros al estado de Wyoming. El Papa le dijo que debería ser ella misma quien fuera de misionera. Estas palabras tuvieron para ella un eco especial y, vio, con más claridad, la llamada de Dios, entregándose al servicio de los indígenas y afroamericanos, fundando la “Congregación de las Hermanas del Santísimo Sacramento”. Logró crear 60 escuelas en el Oeste de los Estados Unidos, que ella financió directamente.
En 1915 fundó la “Universidad de Javier” en Nueva Orleáns. Catalina Drexel fue una mujer que tenía mucho, pero gracias a Dios, puso su vida al servicio de Dios y los demás. Murió el 3 de Marzo de 1955, a los 96 años, en Conwells Heigths, Filadelfia. Fue canonizada por el Papa Juan Pablo II en el año 2000.