10 DE FEBRERO – Nació el año 480, en Nursia (Italia). Fue hermana gemela de San Benito, quien fundó la primera comunidad religiosa de occidente.
Se dedicó a la vida religiosa. Su hermano dirigió otro convento para hombres en el Monte Casino y Escolástica fundó un convento para mujeres a los pies de ese mismo monte. San Benito visitaba a Escolástica una vez cada año; cuando la visitaba, pasaban el tiempo hablando de temas espirituales.
En una de las visitas de Benito, tras haber pasado el día entero en charlas religiosas, el santo se despidió y se dispuso a volver al monasterio. Era el primer Jueves de Cuaresma del año 547, Escolástica le pidió a San Benito que se quedara aquella noche charlando con ella acerca del cielo y de Dios y el santo le respondió: ¿Cómo se te ocurre hermana semejante petición? ¿No sabes que nuestros reglamentos nos prohíben pasar la noche fuera del convento? Ella se quedó orando a Dios y tras desatarse una tormenta tan espantosa San Benito y los dos monjes que le acompañaban no pudieron volver al convento, y la santa le dijo: "¿Ves hermano? “Te rogué a ti y no quisiste hacerme caso. Le rogué a Dios, y Él sí atendió mi petición”, pasaron toda la noche rezando y hablando de Dios y de la Vida Eterna.
Benito volvió a su convento de Monte Casino y a los tres días, vio una blanquísima paloma que volaba hacia el cielo. Por inspiración divina, supo que era el alma de su hermana que viajaba hacia la eternidad. Unos de sus monjes, fueron a por el cadáver de su hermana, para enterrarlo en la tumba que se había preparado para él mismo; pocos días después, murió también San Benito.