Esta encantadora escena nos sorprende. Despierta en nuestro corazón una instintiva y sincera sonrisa al tiempo que impone unos momentos de silencio expectante.
Puede ser su cumpleaños, o quizá simplemente un día de fiesta. Lo cierto es que antes de tomar el desayuno que le han traido a la cama, la niña reza las oraciones de la mañana. Sus inseparables y juguetonas mascotas la rodean. El gatito parece hipnotizado por la leche que contiene esa fina taza de porcelana blanca con adornos dorados y la perrita tíene clavados sus ojos de pena en las barritas de pan tostado, untado en mantequilla, que huelen tan bien. Permanecen inmóviles, pertrificados, conteniendo casi la respiración ante la apetitosa visión que altera sus sentidos.
La claridad de la mañana se refleja con suavidad en las blancas ropas de cama e ilumina toda la estancia.
Serena, con las manos juntas y la mirada perdida en el infinito, la niña da gracias a Dios por ese nuevo día que comienza, por tener a su familia, por el desayuno que va a tomar… y por su cariñosa tía que le ha envíado una cajita de madera con flores y frutos de su jardín, y una carta en la que sólo podemos leer la última línea, donde le recomienda tomarlos “mejor frescos”.
Sentada con tanta dignidad en la cama, casi sin apoyarse en ese gran almohadón, con sus mejillas sonrosadas, los ojos azules y el abundante pelo rizado cayendo sobre el delicado camisón de algodón con encajes, parece una muñeca de porcelana, bajo el dosel de flores que la protege.
Su oración ha parado el tiempo y parece tocar en la eternidad. Instantes sublimes de silencio y suspense… que hasta los animales de compañía perciben y saben respetar.
V I D A
Nacido en 1845 en Norfolk, Inglaterra, CHARLES BURTON BARBER tuvo gran éxito pintando a niños con sus mascotas. Recibió numerosos encargos de la reina Victoria, que le mandó pintar a sus nietos con sus perros, y al mismo príncipe de Gales (el futuro Edurado VII). Por eso, gran número de sus retratos se conservan en la Colección Real. Exhibió su obra en la Royal Academy desde 1866 hasta su muerte, en 1894.
Su trabajo presenta un realismo fotográfico y el carácter romántico y costumbrista de las encantadoras escenas que presenta le trajo mucha popularidad. Se educó en la Royal Academy Schools de Londres, y vivió cerca de Regent`s Park.