. Si la herencia lo dotaba como un reloj de mucha cuerda, salvo accidentes, le reservaba una vida larga. Esta teoría, ahora les parece que no es así. Dicen que según la alimentación se puede prolongar la vida, llegar a una madurez saludable. Los kilos de exceso en una persona reducen la expectativa de vida. Y si regula bien el colesterol en la sangre, ayuda a vivir sin un ataque, un infarto de corazón. El ejercicio físico y mental es una gran ayuda para
el cuerpo si se ejercita debidamente.
Todo esto está muy bien, pero hay que contar con que la vida humana es sagrada, por la acción creadora de Dios, dando poder a los padres de ese poder creador, hay que tener presente pues, que sólo Dios es Señor de la vida desde su comienzo hasta su término. El Mandamiento de no matar está vigente hoy en día. Y de una forma o de otra hay personas que, al decir popular “se lo saltan a la torera.” Siguen las muertes por violencia machista, el aborto, los atentados terroristas, las guerras, y un sinfín de muertes en las carreteras…
Algunos olvidan que la vida nuestra y la de los demás, es lo primero. No hay nada como vivir, y el que no la aprecia no la merece, decía Leonardo da Vinci.
Dicen algunos, no quiero vivir porque tengo muchos sufrimientos. Pues, ánimo, Jesucristo sufriendo muchísimo nos logró la Redención y así llegar a la gloria eterna, los dolores serán como medallas ganadas en el combate de la vida. Además, viviendo con sufrimientos, o sin ellos, podemos hacer mucho bien a los demás y así por la caridad, lograr más méritos para llegar al Cielo eterno; donde hay ausencia de todo mal y posesión de todos los bienes. Así que vale la pena vivir hasta que Dios quiera.