Experiencia única, que me gusta llamar "regreso a casa" y ¿por qué? ¿fuimos, acaso, a la "casa" de San Antonio? ¿no era portugués el Santo? Pues sí, claro que era portugués y que nació en Lisboa, por el 1195, muy probablemente. Pero eran tiempos aquellos en que no obstante la fragmentación en pequeños reinos y las diferencias entre ellos, subyacía una idea de casa común, de identidad compartida, que unía a los pueblos del continente europeo, sin borrar las características proprias, que enriquecían la pluralidad. No hay duda que ese elemento aglutinador era la fe católica. En la medida en que la fe se debilita, se divide y se trata de borrar, con ella se debilita, se quiebra y se borra la unidad.
Así encontramos que los más antiguos documentos que nos hablan del Santo lo llaman "Antonio hispano". En efecto la primera biografía del Santo (Assidua), escrita por un hermano de hábito inmediatamente después de su muerte (1231-1232), lo llama con este nombre. Me parece verdaderamente bello y solemne por su simplicidad el capítulo 17, donde cuenta el tránsito del Santo: "Exactamente, el año mildoscientos treinta y uno de la Encarnación del Señor, quarta indicción, el día trece del mes de junio, sesto de la semana, el bienaventurado padre y hermano nuestro Antonio, hispano de nacimiento, en la ciudad de Padua, en la cual por medio suyo el Señor Altísimo “ha magnificado su nombre” (Sal 137, 2), junto a la cella, en el lugar de los hermanos, <<llegado al término común de todos los hombres>>(1Re 2, 2 Vg)pasó felizmente a las moradas de los espíritus celestiales" (Assidua 17, 1).
La Península Ibérica, hoy
Sabemos que entre el otoño de 1220 deja la Península Ibérica y se embarca misionero para Marruecos. Ya no volverá más, al menos en modo natural, a pisar estas tierras. Su misión se realizará en la Península Italiana y en el sur de Francia. Se puede afirmar, con casi absoluta certeza que nunca visitó los lugares que ahora han recorrido sus reliquias. De todos modos es patente que los lugares que estas han recorrido en 2016 son muy distintos a como eran ochocientos años antes.
Río, para mis adentros, pensando que fray Antonio habría dicho: "¡Pero cómo ha cambiado todo!"... ciudades bonitas, elegantes, limpias, buenas y rápidas vías de comunicación..., pero también las costumbres: ochocientos años atrás habría sido impensable que un fraile pernoctara dentro de la clausura de unas monjas.... y todavía hoy es impensable, digámoslo con agradecimiento a Dios. Esta vez, fray Antonio, pernoctó en más de un monasterio de clausura...
El recorrido de las reliquias, organizado en modo eficaz por la benemérita asociación "EL PAN DE LOS POBRES" comenzó en Bilbao y terminó en Madrid con una breve parada en las Carmelitas Descalzas de Lerma y en el Instituto Iesu Communio, en La Aguilera. En estas dos comunidades femeninas así como en las Clarisas de Artebacarra(Vizcaya) y en las Carmelitas Descalzas de Aravaca, San Antonio realizó una breve visita aunque cargada de fervor. Sin embargo, pasó la noche del lunes 4 de Abril en la clausura de las Mercedarias de Lujua y el martes 5 pernoctó con las Capuchinas de Basurto, mientras que en Madrid, el lunes 11 de Abril pasó la noche con las Concepcionistas de Blasco de Garay. No hay duda que estuvo contento. De hecho, quiso morir junto al monasterio de las Clarisas de la Arcella, donde vivía su hija espiritual y confidente, la beata Elena Enselmini. Esta su relación de confianza y amistad, como hemos visto, llega hasta nuestros días.