Jesús manifiesta su Señorío en la cercanía

Habla el Papa14/02/2021

El Evangelio de hoy (cf. Mc 1,29-39) presenta la sanación, por parte de Jesús, de la suegra de Pedro y después de otros muchos enfermos y sufrientes que se agolpaban junto a Él.

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La oración de súplica

Habla el Papa11/01/2021

La oración cristiana es plenamente humana, incluye la alabanza y la súplica. De hecho, cuando Jesús enseñó a sus discípulos a rezar, lo hizo con el “Padrenuestro”.

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Yo soy el buen pastor

Habla el Papa02/12/2020

Hoy celebramos la Solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del universo, que cierra el año litúrgico, la gran parábola en la que se despliega el misterio de Cristo: todo el año litúrgico. Él es el Alfa y el Omega, el comienzo y el cumplimiento de la historia; y la liturgia de hoy se centra en el “omega, es decir, en el destino final.

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Escritor

El mayor mandamiento

04/11/2020

Un doctor de la Ley pregunta a Jesús cuál es “el mandamiento mayor”, es decir el mandamiento principal de toda la Ley divina. Jesús responde sencillamente: “Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente”. Y a continuación añade: “El segundo es semejante a éste:Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. (cfr. Mt 22, 34-40)

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Ten paciencia conmigo que todo te lo pagaré

Habla el Papa05/10/2020

En la parábola que leemos en el Evangelio de hoy, la del rey misericordioso (cf. Mt 18,21-35), encontramos dos veces esta súplica: «Ten paciencia conmigo que todo te lo pagaré» (vv. 26.29). 

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El Tesoro escondido

Habla el Papa10/09/2020

El Evangelio que hoy comentamos (cfr. Mt 13, 44-52) corresponde a los últimos versículos del capítulo que Mateo dedica a las parábolas del Reino de los cielos. El pasaje tiene tres parábolas apenas esbozadas y muy breves: la del tesoro escondido, la de la perla preciosa y la de la red lanzada al mar.

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Por un alto el fuego global en el Mundo

Habla el Papa05/08/2020

25. “En aquel tiempo, tomando Jesús la palabra, dijo: «Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes, y se las has revelado a pequeños. 26. Sí, Padre, pues tal ha sido tu beneplácito. 27. Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce bien al Hijo sino el Padre, ni al Padre le conoce bien nadie sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar. 28. «Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso. 29. Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera.»” (cfr Mt 11, 25-30)

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