Sufrimos más con lo que nos imaginamos que con lo que realmente sucede: cambiemos nuestros pensamientos y cambiará nuestro estado anímico.
La actitud negativa daña nuestro sistema inmunológico.
Nuestra salud mental mejora cuando nos apartamos de personas complicadas.
Lo único imposible es aquello que no intentamos.
Haz que tu sonrisa cambie tu entorno pero no dejes que el entorno cambie tu sonrisa.
No esperes resultados positivos teniendo una actitud negativa.
Atención: que un mal momento no se convierta en un mal día. La única diferencia entre un buen día y un mal día es tu actitud.
Convierte tus problemas en retos, nunca en obstáculos.
Sólo una persona puede cambiar tu vida… TÚ.
No seas de los que esperan toda la semana a que llegue el viernes, todo el año a que lleguen las vacaciones y toda la vida para ser feliz… La felicidad se encuentra cada día, y si no, no la encontrarás.
Hoy, es un nuevo día para que lo rellenemos de momentos felices.
La felicidad no es un destino es la actitud con la que se viaja por la vida.
No es que las personas felices sean agradecidas. Son las personas agradecidas las que son felices.
La felicidad -como la gripe- es un estado que se transmite y se propaga. ¿A qué esperas?
