En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba a las turbas, una mujer de entre el gentío levantó la voz diciendo:
- ¡Dichoso el vientre que te llevó y los pechos que te criaron!
Pero él repuso:
- Mejor: ¡Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen!
Comentario Papa Francisco
Lo que ocurrió en la Virgen María de manera única (la Encarnación), también nos sucede a nosotros en el plano espiritual cuando acogemos la palabra de Dios con corazón sincero y la ponemos en práctica. Es como si Dios adquiriera carne en nosotros. Él viene a habitar en nosotros, porque toma morada en aquellos que le aman y cumplen su palabra.