Data de los siglos XI y XII aunque ha experimentado reformas importantes en el siglo XVIII, cuando se construyen el pórtico sur y la torre que destaca en la fachada. Cerca se levanta el Palacio fortificado del Prior. Está dedicada a San Vicente y San Valero.
Cuenta con dos espacios diferenciados: la iglesia y el claustro. El primero está formado por tres naves cerradas en tres ábsides semicirculares de estilo románico y una cripta dividida en tres estancias, cuya parte central da acceso a las criptas laterales.
Mientras que en el exterior de la iglesia, los elementos románicos son visibles, principalmente, en los ábsides, de tradición lombarda. En su claustro se conservan abundantes inscripciones necrológicas, esculpidas en algunos de los capiteles. El pórtico de la sala capitular y las pinturas murales románicas que adornan esta estancia son de especial belleza.
Destruida por Abd-al Malik, hijo de Almanzor
Levantada con el patrocinio del conde de Ribagorza, fue consagrada por su obispo Odisendo el 30 noviembre de 956. Medio siglo después, en 1006, fue destruida por Abd-al Malik, hijo de Almanzor, que en una razzia por el condado arruinó iglesias y castillos. Pronto se emprendió la reconstrucción, coincidiendo con el reinado de Sancho III el Mayor, rey de Pamplona y señor de los condados de Sobrarbe y Ribagorza.
Se inició en el estilo románico lombardo, al igual que el monasterio de Obarra, San Caprasio de la Serós y Barós, aunque enseguida el proyecto fue modificado, continuándose a cargo de maestros de obra navarros que aportaron una nueva concepción de la obra, relacionada con el Camino de Santiago.
En el reinado de Sancho Ramírez se finalizó la construcción de los ábsides y parte de las naves contiguas, así como de una torre en el lado Sur, lo que permitió realizar el culto y, en consecuencia, la consagración del templo por el obispo Arnulfo (1027-1064). En este tiempo el scriptorium catedralicio tiene gran actividad y en él se copiaban comedias de Plauto y Terencio y las Epístolas de Horacio.
En 1149 el obispado de Roda de Isábena se trasladó a Lérida, que acabada de ser reconquistada. De esta manera se puso fin a 193 años de existencia de la diócesis de Roda de Isábena, periodo en el que se sucedieron quince obispos, entre los que destacaron san Ramón de Roda y Ramiro II el Monje, clérigo y monarca de Aragón. A partir de 1146 el templo de Roda de Isábena tuvo el rango eclesiástico de priorato. En la actualidad pertenece al obispado de Barbastro-Monzón.
Sepulcro de San Ramón
Posee tres criptas, en niveles diferentes bajo la cabecera. En la central se venera el sepulcro de san Ramón, obispo de Roda de Isábena. La cripta del ábside Norte, conocida como Archivo y Sala del Tesoro, presenta pinturas murales románicas de finales del siglo XIII, entre las que figuran el Pantocrátor en la bóveda y en el muro derecho san Miguel pesando las almas.
El claustro es de mediados del siglo XII; las columnas, monolíticas, descansan sobre un banco de piedra, los capiteles son esquemáticos, con motivos vegetales, geométricos y animales, y sobre los arcos corre una banda con ajedrezado jaqués.
Pero los motivos por los que visitar este pequeño pueblo de Huesca de menos de 50 habitantes no terminan ahí. También destaca su puente medieval, que cruza el río Isábena y data del siglo XII; el Paseo de los Canónigos, que rodea al pueblo; y el Palacio del Prior, que se alza en un extremo de la población.
Datos útiles:
Horario de visitas (guiadas):
11:30h / 12:30h / 13:30h / 16:30h / 17:30h.
Lunes tarde cerrado.
Martes cerrado todo el día.
Precio: 4 euros.
Para saber más: https://museodiocesano.es/catedral-roda-isabena