Hay personas que no creen en Dios y otras que sí creemos. Y algunas de ellas cuando suceden, por ejemplo, procesos naturales catastróficos y mueren niños, jóvenes, se preguntan: ¿Dónde está Dios? Un servidor me respondo a mí mismo sobre esta pregunta: Dios está, al decir popular, “al pie del cañón,” donde debe de estar, que es: respetando lo que El mismo ha creado. Dice la Biblia que, a medida de lo que Dios iba creando (el mundo) veía que era bueno y por eso lo respeta.
El movimiento de las estrellas es tan exacto que se puede hacer el almanaque de la salida del sol de cada día, los eclipses que habrá durante el año…Y porque Dios está donde debe de estar, la velocidad de la Tierra sigue siendo a 30 kilómetros por segundo, y la del Sol a 300 kilómetros por segundo marchando hacia la constelación de Hércules. Y porque Dios está donde debe de estar la Tierra sigue a la adecuada distancia del Sol para que el agua se mantenga líquida. Y tiene nuestro planeta la masa adecuada para retener la atmósfera y los océanos, y un vecino masivo Júpiter que nos salva de los asteroides más peligrosos. Y tiene la Tierra la justa cantidad de carbono que permite el desarrollo de la vida…
Los geólogos bien saben que existen procesos naturales potencialmente catastróficos, como terremotos, inundaciones, en algunas partes de la Tierra, y lo dan a conocer. Pero las personas haciendo uso de la libertad (don grandioso dado por Dios al ser humano) deciden vivir en esos lugares. Seguramente tarde o temprano habrá una catástrofe, porque Dios deja que las leyes de la Naturaleza cumplan su misión.
Es ley humana nacer, crecer y morir, y con nuestra libertad vamos haciendo cosas y vamos y venimos de aquí para allá, por eso dijo el filósofo: “yo soy yo y mis circunstancias.” Y si por ejemplo unos jóvenes deciden ir en automóvil a donde sea y por esas circunstancias de la vida tienen un accidente y mueren… Dirán algunos lo de ¿Dónde estaba Dios? Pues me repito a mí mismo: respetando la libertad de las personas y las leyes de la vida y sus circunstancias.
Algunas veces Dios, al decir castizo “se salta a la torera” algunas de las leyes de la vida por su providencia y por la oración de las personas, y eso es cosa milagrosa, y es de agradecer al Dios Todopoderoso y Bueno.