Es importante llenar nuestro espíritu con el conocimiento de la vida de personajes, que han sabido, por encima de sus intereses personales, servir a Dios y a España. Pocos hombres en la Historia de España han hecho tanto por su patria y, sin embargo, han caído en tan triste e incomprensible olvido, como el Almirante Blas de Lezo. Un hombre con una vida épica como pocas que nada tendría que envidiar a la de los protagonistas de las más trepidantes superproducciones de Hollywood.
La clarividencia y el arrojo de Blas de Lezo, manco, tuerto y cojo, con sólo seis navíos a su disposición, conseguiría salvar a su país del mayor desembarco, por los ingleses, conocido hasta entonces, sólo superado por el de Normandía, doscientos años después. Sin embargo, ni siquiera se sabe dónde está enterrado.
El libro, que se lee con fruición y emoción, es un relato emocionante, con una buena dosis de intriga, que engancha al lector. Héroe y autor son guipuzcoanos (Pasajes de San Juan y San Sebastián), lo que corrobora la contribución de Guipúzcoa a la grandeza histórica de España y a su conocimiento.
