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El humanismo fuera de Italia

En Inglaterra se distinguió, sobre todo Tomás Moro (+ 1535). Pero de un modo particular es digno de estudio el renacimiento en Alemania y Holanda, si bien vino algo retrasado. En las universidades de Praga, Heidelberg, Viena y Basilea se manifestaba ya el humanismo a fines del siglo xv. El invento de la imprenta por Gutenberg influyó en la rapidez en la propaganda.

Los Hermanos de la vida común fueron portadores de las ideas renacentistas. Se distinguieron Rodolfo Agrícola (+ 1485), Juan Tritemio, Jacobo Wimpheling (+ 1528) llamado el preceptor de Germania, y Ulrico Hutten (+ 1523), suma- mente apasionado y tendencioso. Al lado, y por encima de todos estos hombres, se distinguió Desiderio Erasmo (+ 1536), de Rotterdam, gran helenista y hombre brillante, que aparece en el siglo XVI como el portavoz del renacimiento y gozó de un prestigio extraordinario. Por esto fue una lástima que se dejara llevar de su espíritu mordaz contra los defectos de los eclesiásticos y se inclinara demasiado a las novedades religiosas. Con esto preparó el terreno a los innovadores.

El humanismo en España

El humanismo en España tuvo un gran desarrollo y constituye el antecedente más inmediato de la cultura del Siglo de Oro.

La consolidación del humanismo se produjo gracias a la labor de importantes figuras como Antonio de Nebrija, que logró renovar los métodos de enseñanza de las lenguas clásicas en España y publicó una Gramática castellana en 1492; hubo además un importante círculo de erasmistas en la corte del rey Carlos I, principalmente los hermanos Alfonso y Juan de Valdés; Juan Luis Vives, que desarrolló casi toda su labor fuera de España, a causa de sus orígenes judeoconversos; Pedro Simón Abril, gran traductor sobre todo de las grandes obras de Aristóteles; Juan Ginés de Sepúlveda, defensor de una de las ramas del humanismo, el maquiavelismo político, o el dominico Fray Bartolomé de las Casas, pretendido impulsor de los derechos humanos.

No menor importancia tuvieron Fernán Pérez de Oliva, autor de un Diálogo de la dignidad del hombre, y su sobrino el historiador Ambrosio de Morales; Fernando del Pulgar, autor de semblanzas y de unas famosas Letras o epístolas; el cronista Alfonso de Palencia; Juan de Mal Lara, que se interesó por la paremiología; Juan Huarte de San Juan, médico y creador de la caracteriología, Juan de Lucena, Alonso Ortiz y, entre los antiaristotélicos, los dos Francisco Sánchez, el Brocense y el Escéptico. Uno de los hitos del humanismo español fue la elaboración de la Biblia políglota complutense por iniciativa del cardenal Cisneros entre 1502 y 1517. Se trataba de una edición de la Biblia que reunía versiones en hebreo, griego y arameo, además del canónico texto de la Vulgata en latín.