Usted está aquí

El que echa mano al arado y sigue mirando atrás, no vale para el Reino de Dios

En aquel tiempo, mientras iban de camino Jesús y sus discípulos, le dijo uno: 
- Te seguiré adonde vayas. 
Jesús le respondió: 
- Las zorras tienen madriguera y los pájaros nido, pero el Hijo del Hombre no tiene donde reclinar la cabeza. 
A otro le dijo: 
- Sígueme. 
Él respondió: 
- Déjame primero ir a enterrar a mi padre. 
Le contestó: 
- Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar el Reino de Dios. 
Otro le dijo: 
- Te seguiré, Señor. Pero déjame primero despedirme de mi familia. 
Jesús le contestó: 
- El que echa mano al arado y sigue mirando atrás, no vale para el Reino de Dios.

Comentario Papa Francisco

(Te seguiré adonde vayas). Dos dicípulos de Juan el Bautista siguen al Maestro, y luego, a su vez, se convierten se convierten en “mediadores” que permiten a otros encontrar al Señor, conocerle y seguirle. Hay tres momentos en este relato. En primer lugar está la está la escucha. Los dos díscipulos escucharon el testimonio del Bautista. El segundo momento es el encuentro. Los dos díscipulos encuentran al Maestro y permanecen con Él. El último rasgo del relato es caminar. Los dos díscipulos caminar hacia Jesús y luego hacen un tramo del camino junto a Él. Es una enseñanza importante para todos nosotros. La fe es un camino con Jesús.