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La Iglesia en España en los vaivenes de la Iglesia universal

La energía de Doña María de Molina contribuyó eficazmente a que en la primera mitad del siglo XIV se llegara hasta Gibraltar. En 1340 tuvo lugar la gran victoria cristiana del salado, ganada por Alfonso XI con los reyes de Portugal y Aragón. A partir de entonces,

Castilla y Aragón fueron presa de rencillas y divisiones por más de un siglo.

En el cisma de Occidente tuvieron una intervención muy activa. Uno de los que con más tesón defendió al Papa Luna fue San Vicente Ferrer. En el Concilio de Basilea intervinieron activamente algunos teólogos españoles, en particular el cardenal Juan de Torquemada, Alonso de Madrigal, obispo de Ávila, denominado el Tostado, Juan de Mella y otros.

La toma de Granada cierra gloriosamente la epopeya de la Reconquista. La emprendieron los Reyes Católicos don Fernando y doña Isabel en 1481, y, después de una guerra larga y difícil, la terminaron en enero de 1492. Por lo demás, la actuación de los Reyes Católicos fue eficacísima y elevó a España a su mayor esplendor en todos los órdenes.

Labor eclesiástica y de reforma

Con el apoyo constante de los reyes, particularmente de los Reyes Católicos, se pudo realizar una intensa labor de reforma. Se celebraron durante los siglos xiv y xv numerosos Concilios, en los que se renovaron e inculcaron las medidas eclesiásticas de reforma contra el concubinato de clérigos y contra la simonía.

Son dignos de notarse algunos conatos de reforma. Así, fray Juan de Villacreces reformó el convento de la Saceda y de otros franciscanos. San Pedro Regalado fundó un monasterio en 1415 que fue modelo de observancia.

Reforma del cardenal Cisneros

Pero la reforma de más trascendencia fue la realizada por fray Francisco Jiménez de Cisneros,que fue luego cardenal de Toledo. La acometió con toda intensidad, con el apoyo decidido de doña Isabel al ser elevado a la silla de Toledo, en 1495. Encontró una oposición tenaz en las órdenes religiosas. Hubo apostasías de algunos religiosos. Pero el efecto fue sumamente beneficioso. A esta reforma contribuyó la propaganda de obras ascéticas de autores españoles y extranjeros, lo cual puso la base a la floración posterior de escritores ascetas y místicos en España.

Hombres insignes

Posee España gran abundancia de hombres insignes que ilustraron estos siglos. Al siglo XIV pertenecen: santa Isabel, reina de Portugal, la llamada Santa por antonomasia, hija de Pedro III de Aragón; Raimundo Alberto, mercedario; Beato fray Pedro Tomás, carmelita.

A principio del siglo xv despide extraordinarios fulgores la figura de san Vicente Ferrer, quien convirtió gran número de judíos, renovó comarcas enteras en España, Francia. Asimismo, el franciscano san Pedro Regalado y el agustino San Juan, de Sahagún. Entre los prelados se distinguieron: el cardenal Gil Albornoz; Pablo de Santa María, rabino converso; Alonso Carrillo, arzobispo de Toledo; el gran cardenal Pedro González de Mendoza y el ya nombrado cardenal Jiménez de Cisneros.

Extraído de “Compendio de Historia

de la Iglesia” Bernardino Lorca S.J)