Usted está aquí

La última maleta

La maleta tiene que ir bien asegurada y fuerte porque las manipulaciones son bruscas, golpeadas, de todo puede pasar, hasta perderse en el camino. Hay personas muy metódicas que preparan poco a poco su equipaje con una lista establecida. Otras la preparan según su capricho o su parecer, sin mucho pensarlo. Así es la condición humana, encontramos de todo.

Maleta imaginaria

Pero pocas veces nos acordamos de que existe una “maleta imaginaria” o “subliminal” que es la que nos llevamos al otro mundo después de la muerte. ¿Qué puede contener esa maleta misteriosa, llena o vacía, muy particular y que pertenece estrictamente a una sola persona? Sencillamente es el bagaje, obra de toda nuestra vida, que se presenta a los ojos de Dios. Para los que tenemos fe, no es ninguna broma, sino un asunto muy serio y a la vez muy bonito si nuestra vida ha sido fructífera y santa. Es una maleta que contiene cantos y sonrisas llena de gestos de generosidad, de darse a los demás, de pequeñas mortificaciones, no pesa nada porque todo se ha ofrecido a Dios con la mejor buena voluntad, aquí no hay trampa ni corrupción ni engaño, la maleta es transparente, Dios lo ve todo, absolutamente todo.

El camino de Jesús

Pero otras veces, nuestra “maleta” puede pesar mucho, por los sufrimientos, angustias, torturas atroces, enfermedades largas y muy dolorosas… ¿qué pasa entonces cuando nuestra alma se encuentra frente al señor? Es todo un misterio y depende de nuestra actitud ante el dolor. Es difícil asimilar que es el camino que Jesús ha escogido para salvar a la humanidad de buena voluntad. Entonces todo depende de la aceptación del peso de nuestra maleta. Actualmente hay más mártires que nunca, dicho por el Papa Francisco, que en toda la historia de la Iglesia y muchos de ellos totalmente desconocidos e ignorados por la mayoría de la humanidad. Pero Dios está cerca de ellos para recibirlos con los brazos abiertos de par en par. El premio es eterno y de un inmenso valor.

No perdamos nunca la esperanza. Es una ayuda espiritual muy vital que nos da alas para llegar a buen fin con nuestra “maletita”. Disponemos de muchos testimonios magníficos de personas santas, muy a menudo desconocidas, otras veces súper famosas, que habrán sido recibidas con gozo en el cielo. Como dice Jesús: “en mi casa hay muchas moradas”. Entonces merece la pena terminar nuestra vida con nuestra maleta bien preparada. El Papa Francisco nos anima siempre: “que no nos roben la esperanza”. isión'".

 

Este fue el primero de los 159 sueños proféticos que San Juan Bosco tuvo a lo largo de su vida, marcando el inicio de la Obra Salesiana. Como lo expresa el Padre Eliécer Sálesman en el libro "Los sueños de San Juan Bosco": "toda su vida la empleó en transformar jóvenes difíciles como fieras, en buenos cristianos como mansos corderos". Todo con la ayuda maternal de María Auxiliadora.

(GaudiumPress - "Memorias Biográficas" y "Los Sueños de San Juan Bosco" del Padre Eliécer Salesman)