En aquel tiempo, miles y miles de personas se agolpaban hasta pisarse unos a otros.
Jesús empezó a hablar, dirigiéndose primero a sus discípulos:
- Cuidado con la levadura de los fariseos, o sea, con su hipocresía.
Nada hay cubierto que no llegue a descubrirse, nada hay escondido que no llegue a saberse.
Por eso, lo que digáis de noche, se repetirá a pleno día, y lo que digáis al oído en el sótano, se pregonará desde la azotea.
A vosotros os digo, amigos míos: no tengáis miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden hacer más.
Os voy a decir a quién tenéis que temer: temed al que tiene poder para matar y después echar en el fuego. A ése tenéis que temer, os lo digo yo.
¿No se venden cinco gorriones por dos cuartos? Pues ni de uno solo se olvida Dios.
Hasta los pelos de vuestra cabeza están contados.
Por lo tanto, no tengáis miedo: no hay comparación entre vosotros y los gorriones.
Comentario Papa Francisco
Nada hay escondido que no llegue a saberse. Hay una llamada a los que viven de las apariencias, los cristianos de las apariencias. Estos se creen vivos pero están muertos, y el Señor les pide estar vigilantes. Las apariencias son el sudario de estos cristianos: están muertos y el Señor los llama a la conversión. ¿Yo soy de estos cristianos de las apariencias? ¿Tengo vida dentro, tengo una vida espiritual? ¿Siento al Espíritu Santo, escucho al Espíritu Santo, voy adelanter, o…? Pero, si todo parece bien, no tengo nada que reprocharme: tengo una bueba familia, la gente no habla mal de mí, tengo todo lo necesario, estoy en gracia de Dios, estoy tranquilo. Los cristianos de apariencia ¡Están muertos! Buscar algo vivo dentro y con la memoria y el estado de alerta, vigorizar esto para que se pueda ir hacia delante. Conversión: desde las apariencias a la realidad. De la tibieza al fervor.