En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
- Creedme: difícilmente entrará un rico en el Reino de los Cielos. Lo repito: más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el Reino de los Cielos.
Al oírlo, los discípulos dijeron, espantados:
- Entonces, ¿quién puede salvarse?
Jesús se les quedó mirando y les dijo:
- Para los hombres es imposible; pero Dios lo puede todo.
Entonces le dijo Pedro:
- Pues nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido. ¿Qué nos va a tocar?
Jesús les dijo:
- Creedme, cuando llegue la renovación, y el Hijo del Hombre se siente en el trono de su gloria, también vosotros, los que me habéis seguido, os sentaréis en doce tronos, para regir a las doce tribus de Israel.
El que por mí deja casa, hermanos o hermanas, padre o madre, mujer, hijos o tierras, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna.
Muchos primeros serán últimos y muchos últimos serán primeros.
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Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el Reino de los Cielos
Lectura del santo evangelio según san Mateo 19,23-30
Evangelio del día — 16/08/2016