En aquel tiempo, vinieron a ver a Jesús su madre y sus hermanos, pero con el gentío no lograban llegar hasta él.
Entonces le avisaron:
- Tu madre y tus hermanos están fuera y quieren verte.
Él les contestó:
- Mi madre y mis hermanos son éstos: los que escuchan la Palabra de Dios y la ponen por obra.
Comentario del Papa Francisco
Los vínculos familiares, en el seno de la experiencia de la fe y del amor de Dios, se transforman, se “llenan” de un sentido más grande y llegan a ser capaces de ir más allá de sí mismos, para crear una paternidad y una maternidad más amplias, y para acoger como hermanos y hermanas también a los que están al margen de todo vínculo. Un día, en respuesta a quien le dijo que fuera estaban su madre y sus hermanos que lo buscaban, Jesús indicó a sus discípulos: “Estos son mi madre y mis hermanos. El que cumple la voluntad de Dios, ese es mi hermano y mi hermana y mi madre.