Salmo
Sal 105, 1-2. 3-4a. 4b-5
R. Dad gracias al Señor, porque es bueno.
Dad gracias al Señor, porque es bueno,
porque es eterna su misericordia.
¿Quién podrá contar las hazañas de Dios,
pregonar toda su alabanza?
Dichosos los que respetan el derecho,
y practican siempre la justicia.
Acuérdate de mí por amor a tu pueblo.
Visítame con tu salvación,
para que vea la dicha de tus escogidos,
y me alegre con la alegría de tu pueblo,
y me gloríe con tu heredad.
Evangelio
No tienen necesidad de médico los sanos; misericordia quiero y no sacrificios
Lectura del santo Evangelio según San Mateo 9,9-13
En aquel tiempo, vio Jesús al pasar a un hombre llamado Mateo, sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo:
- Sígueme.
Él se levantó y lo siguió.
Y, estando en la mesa en casa de Mateo, muchos publicanos y pecadores, que habían acudido, se sentaron con Jesús y sus discípulos.
Los fariseos, al verlo, preguntaron a los discípulos:
- ¿Cómo es que vuestro maestro come con publicanos y pecadores?
Jesús lo oyó y dijo:
- No tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos. Andad, aprended lo que significa «misericordia quiero y no sacrificios»: que no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores.