Una historia que deseamos recordar con toda brevedad para que sepan nuestros suscriptores lo que, en realidad, le está ocurriendo a Dª Asia Bibi, ya que, desde hace ya tres años que esta católica de Pakistán, que fue condenada por la Ley Antiblasfemia a morir en la horca, narra con su propia voz, cómo era y lo que le pasó.
El 14 de Julio de 2009, tras trabajar varias horas en la cosecha del campo, Asia Bibi tuvo sed, se acercó a un pozo a beber agua. Y fue en ese momento, cuando una vecina gritó que el agua era de las mujeres musulmanas y ella, la estaba contaminando. El tono de la disputa fue subiendo hasta que surgió una acusación: "¡Blasfemia!". En Pakistán, esa palabra significa “muerte”. La suerte de Asia estaba echada…
Tras propinarle una brutal paliza, la encarcelaron y un año después, Asia, fue condenada a la horca. Hoy, a la espera de una apelación, se pudre en una celda sin ventana. Su familia amenazada por los extremistas, tuvo que huir del pueblo. Los dos hombres que quisieron ayudarla: el gobernador de Pendjab (musulmán) y el ministro de las Minorías (cristiano), han sido asesinados.
Desde el fondo de su prisión, Asia Bibi nos cuenta cómo era su vida antes de aquel incidente y cómo es ahora. Una historia que la ha convertido en un “Gran icono mundial” para cuantos luchan por ser fieles a Cristo y la libertad religiosa.