Durante el servicio militar, Mohammed, un joven musulmán iraquí miembro de una importante familia chiíta, descubre con espanto que su compañero de cuarto es cristiano.
Entre ambos hombres surge una relación paradójica, de la que Mohammed saldrá transformado. De vuelta a la vida civil, mantiene un único deseo: convertirse al cristianismo. ¡Una auténtica locura, impensable entre sus familiares y allegados! En los países musulmanes el cambio de religión constituye un crimen, condenado con la pena de muerte.
Su familia es capaz de todo con tal de hacerle desistir, aunque no lo consiguieron. A las amenazas y los golpes les suceden la prisión y las torturas. Después de casi trece años suspirando por ser bautizado y poder recibir “el Pan del cielo”, Mohammed se convierte en Joseph cuando, al fin, es bautizado en Jordania, donde vive un largo calvario, pero, gracias a Dios, no cede un milímetro. Se había dictado contra él, en Irak, una fatwa (condena a muerte), y sus hermanos le raptan y disparan hiriéndole de gravedad.
Seguir la vida de Joseph desde que tomó la decisión de convertirse al catolicismo hasta que consigue alcanzar el exilio en Francia, con su mujer y dos hijos, nos ayuda a acercarnos al sufrimiento de tantos católicos (también cristianos), que viven perseguidos y martirizados en países musulmanes. También, su ejemplo y el de su mujer, nos van a ayudar a dar gracias a Dios por las posibilidades que tenemos de vivir nuestra fe y ser, en consecuencia más piadosos y agradecidos.
Después de superar las vicisitudes relatadas en este libro, y llegar a Francia con su familia en el año 2001, Joseph Fadelle, ciudadano francés, sigue teniendo que vivir con riesgo de su vida.
Recomendamos vivamente la lectura de este libro, por todo el beneficio espiritual que nos puede aportar, además de acercarnos a conocer algo más el sufrimiento de muchas personas, unas ya católicas y otras que no pueden instruirse y convertirse.
¡Recemos mucho por nuestros hermanos perseguidos!