El emperador se quedó de piedra y mandó que le atormentasen, pero la fe crecía y el valor aumentaba en Jorge, admirado por todos cuanto le contemplaban. El verdugo descargó el golpe de gracia y le cortó la cabeza de un hachazo. Jorge es el Patrón de los militares y todos cuanto luchen por defender su fe. Muy conocido por la leyenda de “San Jorge y el Dragón” (“Legenda Aurea”).
Falleció a principios del siglo IV en la ciudad de Lydda, actual Lod (Israel) siendo elevado a los altares (494). En 1969, el papa Pablo VI declaró el culto a San Jorge en el santoral de la Iglesia Católica.