Los medios de comunicación contribuyen (periódicos, radios, televisiones), en buena medida a crear este clima de nerviosismo e incertidumbre.
En días pasados, en la homilía dominical el sacerdote glosaba las lecturas poniéndonos ante la realidad de nuestras vidas; para ello destacó tres aspectos, que le parecieron conveniente ofrecer a la consideración de los fieles y que pueden resultar interesantes a nuestros lectores, para mirar el discurrir de nuestro día a día, con paz y sosiego.
“No temáis”, un tema recurrente, tratado desde la antigüedad hasta nuestros días (JP II – Benedicto XVI); el texto completo es “Sed fuertes, no temáis. Mirad a vuestro Dos que trae el desquite, viene en persona, resarcirá y os salvará”; vemos por que no hay que temer, aunque siempre hayamos de estar vigilantes.
Dios, si nos acercamos a Él con confianza, siempre está dispuesto a tocarnos y curarnos (física y espiritualmente), lo mismo que hizo con ciegos, sordos, personas en pecado,…
El tercer aspecto es nuestra relación con el prójimo, que puede ser un católico perseguido y martirizado en Oriente Medio, en Inglaterra o en España mismo; también es nuestro prójimo la persona enferma o sola, que requiere compañía, y, porqué no el pobre, que ha caído en el paro o que sus circunstancias vitales le tienen en situación de pobreza, muchas veces no sólo material sino también espiritual, que es aún más grave.
Por tanto, veamos que podemos aportar a nuestra sociedad, familia, amigos, mostrándonos confiados, sin temor en Dios, acercándonos a Él con confianza y ayudando a quiénes nos rodean, trabajando por mejorar aquello que está a nuestro alcance.
Con este “Punto de vista” analicemos, con tranquilidad, las circunstancias del mundo en que vivimos.