29 DE JULIO – Fue la hermana de María y de Lázaro, vivían en Betania (Jerusalén). Jesús, Nuestro Señor, vivía en Galilea pero cuando visitaba Jerusalén se hospedaba en la casa de estos tres discípulos. Marta le sirvió lo mejor que pudo y, más tarde, con sus oraciones impetró la resurrección de su hermano. Marta confiaba plenamente en Jesús, le llamó cuando murió su hermano y salió a su encuentro diciéndole que si hubiera estado allí, su hermano no hubiese muerto. Y Jesús le dijo: "Yo soy la resurrección y la vida... ¿No crees esto? Lo creo, Señor, respondió Marta". Llena de emoción por lo que había hecho con su hermano, se hizo aún más amiga de Cristo.
Marta aparece tres veces en el Evangelio: en el banquete de Betania; cuando resucitó a su hermano y en la comida que le ofreció a Jesús poco antes de la Pascua. En ambas comidas, fue ella quien se ocupó de cocinar, de servir y de otras muchas cosas, es por ello por lo que se le considera la Patrona de los Hosteleros.
Su hermana María acogió a Jesús en casa, estuvo a su lado, le dio conversación, se preocupó de su vida apostólica y de lo que le aguardaba en el futuro y así fue como más tarde, Marta se dio cuenta de la labor de su hermana, por lo que Ella fue la activa y María la contemplativa. Marta se fue con su hermana a Francia y evangelizó Tarascón. Ahí se dice que encontraron, en 1187, sus pretendidas reliquias que se veneran en su santuario.