Gracias por tantos detalles
Sr. Director, no puedo por menos de darle las gracias por tantos detalles como voy recibiendo de parte de Vds.: la bonita medalla de San Antonio, el calendario, los distintos números de la revista que es preciosa... Todo ello me llena de gozo y me hace recordar a mis difuntos padres que tanta devoción tenían a San Antonio y que de siempre llegaba a casa la revista… Ahora es mi hermana Dª Francisca Almohalla Morenp la que la recibe.
De nuevo le agradezco los números que me está mandando y que todas las hermanas se aprovechan; por ahora no podríamos pagar la suscripción, no obstante Vd. Obre como crea conveniente. Cuente siempre con la oración de esta Comunidad Carmelitas Contemplativa o de clausura. Madrid, Hna. María Rosario Almohalla.
El día de mi Santo
Queridos amigos de “El Pan de los Pobres” Soy una suscriptora, desde que aprendí a leer, busqué en todos los lugares y calendarios en que caía el día de mi Santo, mi madre siempre me decía que era el 11 de Enero pero ningún calendario lo traía. Gracias por ponerlo en su revista que siempre la leo con mucho interés, pero ahora además, con agradecimiento después de mil años, tengo la evidencia de que mi Santo es el 11 de Enero.
Bueno, muchas gracias por la atención y encantada con su revista. Oviedo, Hortensia Arango Mere.
Una magnífica revista
Es grande y compensa ser creyente.Yo desde pequeñita era una niña muy pizpireta y cuando me decían: Margaritina, ¿que quieres ser cuando seas mayor? Y contestaba como un lorito, Madrasta y casarme.
Y me preguntaban: ¿ya tienes novio? ¡Claro!, respondía ¡San Antonio!, que siempre me resuelve todos los problemas.
Así le rezaba: “Has de saber que no sólo te doy gracias por todo lo que me ayudas, te agradezco además que estés conmigo cada día, porque cuando te llamo acudes, cuando te hablo me contestas, cuando lloro me abrazas. ¿Qué más puedo pedir?
En momentos difíciles como el otro día cuando se me perdieron las llaves de casa en mi angustia una vez más, después de rezar el responsorio y llorar, me las dejaste en la mesita de mi habitación. O cuando me dio como siempre el milagro fue para agradecerte siempre lo que me ayudas en mis momentos angustiosos, pues puedo decir y es verdad que el milagro una vez más, fue para no dejarte de darte las gracias, y creer en tu cariño las llaves perdidas en la calle después de rezar el responsorio y llora, porque no las encontraba me las dejaste en la mesita de mi habitación. O cuando me dio el embolismo pulmonar al entrar en la UCI, el doctor que me recibió creyendo que yo no oía nada dijo: “esto no tiene remedio”. Te pedi ayuda y pese que al fondo vi la luz del final, el milagro fue inmenso porque me devolviste a la vida y ahora 6 años después, se me presenta un grave problema de que los médicos no son capaces de saber de que se trataba. Solo tú me has salvado. La Bañeza (León,) Margarita Marcos.