En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos hacia sus discípulos, les dijo:
- Dichosos los pobres, porque vuestro es el Reino de Dios.
Dichosos los que ahora tenéis hambre, porque quedaréis saciados.
Dichosos los que ahora lloráis, porque reiréis.
Dichosos vosotros cuando os odien los hombres, y os excluyan, y os insulten y proscriban vuestro nombre como infame, por causa del Hijo del Hombre. Alegraos ese día y saltad de gozo: porque vuestra recompensa será grande en el cielo. Eso es lo que hacían vuestros padres con los profetas. Pero,
¡Ay de vosotros, los ricos, porque ya tenéis vuestro consuelo!
¡Ay de vosotros, los que estáis saciados, porque tendréis hambre!
¡Ay de los que ahora reís, porque haréis duelo y lloraréis!
¡Ay si todo el mundo habla bien de vosotros! Eso es lo que hacían vuestros padres con los falsos profetas.
Comentario Papa Francisco: Bienaventurados quiere decir felices. Decidme: ¿Buscáis de verdad la felicidad? Es una época en que tantas apariencias de felicidad nos atraen, corremos el riesgo de contentarnos un poco, de tener una idea de la vida "en pequeño"". ¡Aspirad, en cambio, a cosas grandes! ¡Ensanchad vuestros corazones! Como decia el beato Piergiorgio Frassati: "Vivir sin una fe, sin un patrimonio que defender, y sin sostener, en una lucha continua, la verdad, no es vivir, sino ir tirando. Jamás debemos ir tirando, sino vivir" (Carta a l Bonini, 27 de febrero de 1925). En el día de la beatificación de Piergiorgio Frassati, el 20 de Mayo de 1990, Juan Pablo II lo llamó "hombre de las Bienaventuranzas".