Una vez que Jesús estaba orando solo, en presencia de sus discípulos, les preguntó:
- ¿Quién dice la gente que soy yo?
Ellos contestaron:
- Unos que Juan el Bautista, otros que Elías, otros dicen que ha vuelto a la vida uno de los antiguos profetas.
Él les preguntó:
- Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?
Pedro tomó la palabra y dijo:
- El Mesías de Dios.
Él les prohibió terminantemente decírselo a nadie.
Y añadió:
- El Hijo del Hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y letrados, ser ejecutado y resucitar al tercer día.
Comentario Papa Francisco
Mucha gente piensa que Jesús es un gran profeta, un maestro de sabiduria, un modelo de justicia… Y también hoy Jesús pregunta a sus discípulos, es decir a todos nosotros: “Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?”. ¿Qué responderemos? Pensemos en ello. Pero sobre todo recemos a Dios Padre, por intencesión de la Virgen María; pidámosle que nos dé la gracia de responder, con corazón sincero: “Tu eres el Cristo, el Hijo del Dios vivo” Esta es una confesión de fé, este es precisamente “el credo”. Repìtámoslo juntos tres veces: “Té eres el Cristo, el Hijo del Dios vivo”.