Lyon era entonces la capital de la Galia y el obispo Justo, su guía espiritual, gozaba de una gran reputación, que había participado en al menos dos concilios. En cuanto a saber si Viator provenía de una familia acomodada.
¿A qué edad fue ordenado lector o a qué edad falleció?, no tenemos más que suposiciones. Se presupone que era mucho más joven que su obispo, sus padres contaban con medios económicos para su educación, ya que la educación era un privilegio de las familias acomodadas de la época. Tampoco se puede excluir una ayuda económica externa a la familia.
En estos tiempos de expansión de una Iglesia, ahora libre de persecuciones, que se organiza, el lectorado es un ministerio permanente; es decir, que es importante. A su titular le es confiado el cuidado del Leccionario, precisosa colección de textos sagrados; Palabra de Dios que él proclama desde el ambón durante las ceremonias litúrgicas antes de las enseñanzas del obispo a su buen pueblo. La conservación de los santos, raros y valiosos libros y, sin duda, también su copiado, fue de su incumbencia, así como la preparación de los catecúmenos para el bautismo en la noche de Pascua. Que Luis Querbes viera en este ‘muy santo joven hombre’ un modelo capaz de inspirar a sus maestros de escuela no es sorprendente.
Lo que sorprende, por el contrario, es la partida precipitada de Justo hacia el desierto con la intención, no existiendo ya el martirio, de conseguir la santidad con los anacoretas. Es, al menos, lo que cree Viator, a quien el anciano varón se confió. El derecho de asilo quebrantado días antes frente a la catedral por los notables fue el elemento detonante de esta decisión. Viator, solo, no puede vivir alejado de su maestro. Él corre a Marsella para partir a Egipto. Ha llegado el momento para los dos varones de consagrarse en el más perfecto anonimato a la obra de su santificación personal. El santo obispo morirá algunos años más tarde, seguido de cerca por su compañero. Los lyoneses conocieron finalmente su vida en el desierto de Scete a sesenta kilómetros de Alejandría. Y consiguieron recuperar sus restos y traerlos al país jubilosamente.
Hoy día el nombre de Viator es conocido como un modelo por el mundo gracias al padre Querbes y a sus discípulos.