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El que se enaltece será humillado; y el que se humilla será enaltecido

En aquel tiempo, entró Jesús un sábado en casa de uno de los principales fariseos para comer, y ellos le estaban espiando. 
Notando que los convidados escogían los primeros puestos, les propuso este ejemplo: 
- Cuando te conviden a una boda, no te sientes en el puesto principal, no sea que hayan convidado a otro de más categoría que tú; y vendrá el que os convidó a ti y al otro, y te dirá: cédele el puesto a éste. Entonces, avergonzado, irás a ocupar el último puesto. 
Al revés, cuando te conviden, vete a sentarte en el último puesto, para que, cuando venga el que te convidó, te diga: amigo, sube más arriba. Entonces quedarás muy bien ante todos los comensales. 
Porque todo el que se enaltece será humillado; y el que se humilla será enaltecido.

Comentario Papa Francisco

La historia de la salvación es la historia de la fidelidad de Dios y de la infidelidad del pueblo Dios, sin embargo, no se cansa. Dios tiene paciencia, tiene mucha paciencia, y en el tiempo sigue educando y formando a su pueblo, como un padre con su hijo. Dios camina con nosotros. Dice el profeta Oseas: “Yo he caminado contigo y te he enseñado a caminar como un papá enseña a caminar al niño”. Hermosa esta imagen de Dios. Así es con nosotros; nos enseña a caminar. Y es la misma actitud que mantiene en relación con la Iglesia. Incluso nosotros, en nuestro propósito de seguir a Jesús, experimentamos cada día el egoísmo y la dureza de nuestro corazón.