El jesuita Juan Bautista Ferreres Boluda nació en Olleira (Valencia) el 27 de Noviembre de 1861. Según su biógrafo Andrés de Sales Ferri Chulio, se ordenó en 1887 y siendo vicario de Albaida decidió ingresar en la Compañía de Jesús, en la que hizo profesión solemne en 1900.
Marchó a Roma como miembro de la comisión que revisa el derecho de los jesuitas y con el cardenal Gasparri en el Código de Derecho Canónico. Volvió de 1918 a 1924 como catedrático de Teología moral en la Gregoriana, escribiendo dos obras sobre la materia.
En 1932 deseaba ser mártir, Ferreres estaba en Sarrià (Barcelona) cuando en 1932 fue disuelta la Compañía. Ya entonces dijo: “¡Ojalá hoy mismo esté ya en el cielo después de dar la vida por nuestro Señor!”
Uno de los seis mártires del 29 de Diciembre de 1936, el jesuita Juan Bautista Ferreres Boluda, quien a sus 76 años comentaba en la cárcel de San Miguel de los Reyes (Valencia) que “quizás un día en esta cárcel nos valga más ante Dios que toda la vida religiosa” y que todo sufrimiento “es poco para ofrecerlo al Señor para que salve a España”.