Corre el mes de febrero de 1458. Un joven, Benito de Nursia, llega a Subiaco (Umbria), para retirarse en una cueva. A partir de entonces comienza, para él, un camino de búsqueda interior, en el silencio de su propia alma. Atravesando valles y cimas, su viaje le llevará a adentrarse en lo profundo de su corazón, siguiendo las huellas de lo divino hacia el descubrimiento de su propia plenitud.
Con un estilo sencillo y claro, el autor nos sumerge en la Italia del siglo XV, en pleno despunte del Renacimiento, para mostrar la transformación integral de quien se deja enamorar por el silencio y llega a ser el gran San Benito, Patriarca de los Monjes de Occidente y Patrono de Europa.