9 DE DICIEMBRE - Es la gran mártir de Toledo durante la persecución de Diocleciano y la Patrona de esta capital de la España.
La liturgia toledana, tanto la visigótica como la mozárabe, la exaltan en un latín cincelado: "Tú eres nuestra ínclita conciudadana, nuestra Patrona nativa."
En Toledo se le quiso dedicar tres templos para que recordasen su nacimiento, su prisión y su sepultura. Este último, la Basílica de la Corte desde el año 619, fue la sede de cuatro Concilios toledanos. Ante su tumba oraban el emperador Recesvinto y el arzobispo San Ildefonso, Allí serían enterrados San Eugenio III y San Ildefonso.
El 9 de diciembre todos los años se recrea su fiesta antigua, la liturgia de Toledo: "Fue atormentada, confesó, la atormentaron, y Dios le dio la corona". Gloriémonos todos fielmente, celebrando este natalicio triunfal; demos gracias a Dios, que es quien ha vencido en esta virgen generosa. Por su gracia, el ánimo varonil de una mujer despreció todos los tormentos. Podía reírse de las amenazas del perseguidor la que, en el palacio de su alma, gozaba de la presencia del Salvador. Defendida en su corazón con el auxilio del invicto Rey, vencía las torturas del tirano. Señor, que nos veamos libres de la cárcel eterna, por el patrocinio de quien, por confesar vuestro nombre, sufrió la cárcel y la muerte: vuestra virgen y mártir Leocadia.