Usted está aquí

Templo Expiatorio del Sagrado Corazón en Barcelona

Templo Expiatorio del Sagrado Corazón en Barcelona

El nombre proviene de una cita bíblica: haec omnia tibi dabo si cadens adoraveris me, “todo esto te daré si te prosternas ante mí para adorarme”, imaginando la tentación del diablo a Jesús ofreciéndole desde allí toda la riqueza de la Ciudad Condal.

La idea de alzar un templo en lo alto de la montaña surgió de un puñado de católicos influyentes que adquirió la propiedad del terreno, a finales del siglo XIX, ante los rumores de construcción en tan privilegiado emplazamiento de una iglesia protestante y un hotel-casino.

En ese momento, llega don Bosco a Barcelona. “Cuando salí de Turín, –relata– pensaba para mis adentros: ahora está casi terminada la iglesia el Sagrado Corazón de Jesús de

Roma; preciso es que estudie otra empresa para honrar y propagar esta salutífera devoción. Y una voz interior me dejaba tranquilo pensando que aquí podría satisfacer mi deseo; era una voz que me repetía: ¡Tibi-dabo! ¡Tibi-dabo!”

Las palabras ¡Tibi-dabo! ¡Tibidabo! le venían constantemente a la mente durante el penoso viaje de tren. Al llegar a Barcelona, entendería plenamente su significado: los terrenos recién adquiridos le eran cedidos para la construcción de su ansiado templo en honra del Sagrado Corazón de Jesús, como el de París o el de Roma, el de Lyon o Marsella, siguiendo el impulso del Papa León XIII.

En Julio de ese mismo año, 1886, se inauguró ya una ermita neogótica, pero el gran proyecto sufrió mil dificultades, prolongándose las obras hasta 1961. En diciembre de 1902 se colocaba la primera piedra en un acto presidido por el obispo de Barcelona, quien en su discurso pidió una limosna para el «nuevo Montmartre de Barcelona». Poco a poco, el anhelo de don Bosco se iba realizando: que aquel fuese un lugar de reparación y frecuencia de los sacramentos de la Penitencia y de la Eucaristía.

En 1909, ante la Semana trágica de Barcelona, doña Amelia Vivé de Negra lanza su idea de convertir el Templo del Tibidabo en aras de expiación por los pecados de España. Y dos años después, en el XXII congreso Eucarístico Internacional de Madrid se lo declaraba Templo Nacional Expiatorio.

Templo Nacional Expiatorio

Desde entonces viene siendo un lugar de reparación y frecuencia de sacramentos, así como de adoración perpetua del Santísimo Sacramento. Por eso, en su fachada, implorando la divina misericordia para nuestra Patria, figuran en un vistoso mosaico algunos de los más destacados personajes de la España de Dios: San Ignacio, Santa Teresa, San Fernando, los Reyes Católicos, con sus naves al fondo, San Isidoro de Sevilla y, ¡cómo no!, a la cabeza de ellos, el incansable Apóstol Santiago, con el Pilar al fondo. Y a los lados como campos de espigas doradas, despuntan simbólicas palmas en recuerdo

de los innumerables mártires que, desde los tiempos de Roma hasta nuestros días, derramaron su sangre en beneficio de España. Como otros Lots, suplicarán ahora desde lo alto la conversión de estas tierras por las que tanto hicieron.

Datos útiles:

– Horarios de la Basílica: de 11 a 18 horas.
– Horarios de la Cripta: de 08 a 20 horas.

Para saber más:

Página web: https://tibidabo.salesianos.edu/