Estuvo vinculada a la congregación de las Hermanas de la Caridad de Santa Elizabeth, a través del colegio de Santa Isabel, para ingresar en la familia religiosa en 1925. Murió dos años después, tras destacarse en la perfección de la vida religiosa. Fue autora del libro “Mayor perfección” y su relación mística con el Señor.
Su causa de beatificación fue iniciada en la diócesis de Paterson en 1945. El Papa Benedicto XVI aprobó el decreto de sus virtudes heroicas y el Papa Francisco aprobó el decreto del milagro obrado por su intercesión el 17 de diciembre de 2013.
El Obispo de Paterson, Mons. Arthur Serratelli, escribió que Miriam Teresa “se graduó en secundaria, disfrutaba de la música, la poesía, el teatro y la danza apropiada para las jóvenes.
“Su simplicidad, devoción y su oración dejaron una huella en los que la conocieron. Su director espiritual reconoció su santidad única y le pidió escribir diversas conferencias para que él las pudiera dar a otras novicias”, dijo el Prelado.
Dios le dio la gracia de tener experiencias místicas y visiones, y su constante esfuerzo por agradarle lo que la Iglesia “reconoce como ejemplo a seguir en el camino de la santidad. Su constante mensaje se anticipó a la enseñanza del Concilio Vaticano II”.
Se trata de un joven declarado ciego debido a la degeneración macular bilateral, cuya vista fue restaurada a partir de la oración con la intercesión de la hermana Miriam Teresa en 1964. El milagro se produjo en la arquidiócesis de Newark.
Las Hermanas de la Caridad fueron fundadas por Santa Elizabeth Ann Seton, en Maryland en 1809, en el espíritu de San Vicente de Paúl y Santa Luisa de Marillac dedicándose a la educación, cuidados de salud, servicios sociales en 22 diócesis de los Estados Unidos y en El Salvador y Haití.
El 4 de octubre de 2014 se convirtió en la primera en ser beatificada en suelo de los Estados Unidos.