Lo que representa la Semana Santa en nuestro más país va más allá de lo que pueda ser el sentir religioso o la devoción popular que, por supuesto, es la razón principal por lo que se celebra. A este sentimiento religioso tenemos que añadir además un componente cultural, artístico y la fuerza de una tradición de centenares de años. Unos participan activamente en la procesión: como nazarenos, cargando cruces o velas, o como simples cofrades o damás de honor, o costaleros, o músicos etc. Otros participamos con el corazón emocionado, asístiendo su paso entre la multitud, buscando un hueco entre las cabezas. La Semana Santa en España es un fenómeno que traspasa nuestras fronteras. Quizá muchos de los turistas que vienen a pasar estos días en España no entiendan el verdadero y más profundo sentido de nuestra fiesta mayor, pero la respeta y sienten admiración hacia ella. A veces se nos acusa de que la Semana Santa tiene mucho de folclore y poco de religioso. Los que eso dicen, no se han acercado a los pasos, ni han hablado con costaleros y penitentes. Probablemente, muchos de ellos no llevan una práctica religiosa ideal a lo largo del año. Sin embargo, esa experiencia religiosa, aunque sea sólo durante esta semana grande, les hace estar más cerca de la Virgen y de Jesús, manteniendo viva esa llama de fe en sus almas.
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La fuerza de las tradiciones
Hemos vivido una de las Semanas Santas más fervorosas de los últimos años. El buen tiempo y el deseo de salir a las calles después del trauma de la pandemia ha ayudado.
Actualidad punto de vista — 03/05/2023