Estimados amigos: El motivo principal de esta carta es comunicarles el fallecimiento de mi madre, Dª. Rosario Domingo, a los cien años de edad.
Tanto ella como mi padre fueron grandes devotos de San Antonio, el cual les bendijo a lo largo de tantos años con multitud de gracias. Quería de paso, agradecerles los momentos de amenidad y de espiritualidad con que llenaron la vida de mis padres, sobre todo, cuando ya eran tan ancianos que no podían salir de casa. A mi familia y a mí nos gustaría continuar con la revista cambiando la suscripción de nombre, pues también sentimos una devoción especial por el Santo.
Con nuestros mejores deseos de una próspera difusión de la revista. Un saludo. Calatorao (Zaragoza), Carmen Pérez Domingo.