Siempre la querremos, descansa en paz tía y como me dijiste al despedirte: “Nos veremos en el Cielo”, recuerdos de tu familia y tus sobrinas. Santurce, Begoña y Mari Mar Pérez Molina.
NR: Efectivamente, nosotros conocimos personalmente a Sor Antonina, era realmente una persona encantadora, cariñosa y muy amante de su trabajo. Nos queda el consuelo de que, aunque ella no esté, es sólo que su cuerpo no pudo seguir dando lo que su corazón nos ha dejado para siempre.