En aquel tiempo, dijo Jesús:
- ¡Ay de ti Corozaín, ay de ti Betsaida! Si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que en vosotras, hace tiempo que se habrían convertido, vestidas de sayal y sentadas en la ceniza.
Por eso el juicio les será más llevadero a Tiro y a Sidón que a vosotras.
Y tú, Cafarnaún, ¿piensas escalar el cielo? Bajarás al abismo.
Quien a vosotros os escucha, a mí me escucha; quien a vosotros os rechaza, a mí me rechaza; y quien me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado.
Comentario Papa Francisco
Quien a vosotros rechaza, a Mi me rechaza… En algunas ocasiones sucede que escuchamos a alguien decir: “Yo creo en Dios, creo en Jesús, pero la Iglesia no me interesa…”. Hay quien considera que puede tener una relación personal, directa, inmediata con Jesucristo fuera de la comunión y de la mediación de la Iglesia. Son, como decía el gran Pablo VI, dicotomias absurdas. Es verdad que caminar juntos es comprometedor, y a veces puede resultar fatigoso. Pero el Señor ha confiado su mensaje de salvación a personas humanas, a todos nosotros, a testigos; y es en nuestros hermanos, con sus dones y sus límites, donde Él viene a nuestro encuentro y se hace reconocer. Y esto significa pertenecer a la Iglesia. Recordadlo bien: ser cristiano significa pertenencia a la Iglesia. El nombre es “cristiano”, el apellido es “pertenencia a la Iglesia”.