En aquel tiempo, subió Jesús a la barca, y sus discípulos lo siguieron.
De pronto se levantó un temporal tan fuerte, que la barca desaparecía entre las olas. Él dormía.
Se acercaron los discípulos y lo despertaron gritándole:
- ¡Señor, sálvanos, que nos hundimos!
Él les dijo:
- ¡Cobardes! ¡Qué poca fe!
Se puso en pie, increpó a los vientos y al lago, y vino una gran calma.
Ellos se preguntaban, admirados:
- ¿Quién es éste? ¡Hasta el viento y el agua le obedecen!
Usted está aquí
Se puso en pie, increpó a los vientos y al lago, y vino una gran calma
Lectura del santo evangelio según san Mateo 8,23-27
Evangelio del día — 28/06/2016