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Se puso en pie, increpó a los vientos y al lago, y vino una gran calma

Evangelio del día


Salmo 
Sal 5, 5-6. 7. 8
R. Señor, guíame con tu justicia.

Tú no eres un Dios que ame la maldad,
ni el malvado es tu huésped,
ni el arrogante se mantiene en tu presencia.

Detestas a los malhechores,
destruyes a los mentirosos;
al hombre sanguinario y traicionero
lo aborrece el Señor.

Pero yo, por tu gran bondad,
entraré en tu casa,
me postraré ante tu templo santo
con toda reverencia.

Evangelio
Se puso en pie, increpó a los vientos y al lago, y vino una gran calma
Lectura del santo Evangelio según San Mateo 8,23-27

En aquel tiempo, subió Jesús a la barca, y sus discípulos lo siguieron.
De pronto se levantó un temporal tan fuerte, que la barca desaparecía entre las olas. Él dormía.
Se acercaron los discípulos y lo despertaron gritándole:
- ¡Señor, sálvanos, que nos hundimos!
Él les dijo:
- ¡Cobardes! ¡Qué poca fe!
Se puso en pie, increpó a los vientos y al lago, y vino una gran calma.
Ellos se preguntaban, admirados:
- ¿Quién es éste? ¡Hasta el viento y el agua le obedecen!