Usted está aquí

Tomó la decisión de ir a Jerusalén

Lectura del santo evangelio según san Lucas 9,51-56 

Cuando se iba cumpliendo el tiempo de ser llevado al cielo, Jesús tomó la decisión de ir a Jerusalén. Y envió mensajeros por delante. 
De camino entraron en una aldea de Samaria para prepararle alojamiento. Pero no lo recibieron, porque se dirigía a Jerusalén. 
Al ver esto, Santiago y Juan, discípulos suyos, le preguntaron: 
- Señor, ¿quieres que mandemos bajar fuego del cielo y acabe con ellos? 
Él se volvió y los regañó, y dijo: 
- No sabéis de qué espíritu sois. Porque el Hijo del Hombre no ha venido a perder a los hombres, sino a salvarlos. 
Y se marcharon a otra aldea.

Comentario del Papa Francisco

Jesús reprocha a los apóstoles. Santiago y Juan porque querían que bajara fuego del cielo sobre quienes no habían querido recibirle en una aldea de samaritanos. Y tal vez en su imagen estaba el arquetipo del fuego que bajó sobre Sodoma y Gomorra y destruyó todo. Los dos apóstoles sentian que cerrar la puerta a Jesús era una gran ofensa: estas personas debían ser castigadas. Pero el Señor se giró y les reprochó. “Este no es nuestro espíritu”. El Señor va siempre adelante, nos hace conocer cómo es el camino del cristiano. No es, en este caso, un camino de venganza. El Espíritu cristiano es otra cosa, dice el Señor. Es el espíritu que Él nos hará ver en el momento más fuerte de su vida, en la pasión espíritu de humildad, espíritu de masedumbre.