Una vez que Jesús estaba orando solo, en presencia de sus discípulos, les preguntó:
- ¿Quién dice la gente que soy yo?
Ellos contestaron:
- Unos que Juan el Bautista, otros que Elías, otros dicen que ha vuelto a la vida uno de los antiguos profetas.
Él les preguntó:
- Y vosotros, ¿quién decis que soy yo?
Pedro tomó la palabra y dijo:
- El Mesías de Dios.
Él les prohibió terminantemente decírselo a nadie.
Y añadió:
- El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar al tercer día.
Y, dirigiéndose a todos, dijo:
- El que quiera seguirme, que se niegue a sí mismo, cargue con su cruz cada día y se venga conmigo. Pues el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa la salvará.
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Tú eres el Mesías de Dios. El Hijo del hombre tiene que padecer mucho
Lectura del santo evangelio según san Lucas 9,18-24
Evangelio del día — 19/06/2016