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Veréis a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre

Evangelio de hoy

En aquel tiempo, vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: 
- Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño. 
Natanael le contesta: 
- ¿De qué me conoces? 
Jesús le responde: 
- Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi. 
Natanael respondió: 
- Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel. 
Jesús le contestó: 
- ¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores. 
Y le añadió: 
- Yo os aseguro: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre.

Comentario del Papa Francisco

En la plegaria eucarística IV hay una frase que nos hace reflexionar. Decimos al Señor: “Cuando, por su desobediencia, el hombre perdió tu amistad, no lo abandonaste”. Pensemos cuando Adán fue expulsado del paraíso: el Señor no dijo: “¡Arréglate como puedas!”, no lo dejó solo. Dios no lo abandonó: caminó con su pueblo, caminó con ese hombre que había perdido la amistad con Él: el corazón de Dios es un corazón de padre y nunca abandona a sus hijos. Dios siempre envió ayudas: en este caso se habla de la ayuda de los ángeles. Pedimos la gracia de que en el camino de la vida seamos sostenidos por su ayuda para luego gozar, con ellos, en el cielo.