Porque con el corazón se cree para la justicia, eso es ser virgen; y con la boca se confiesa para la salvación, eso es la estrella, que de la amargura del siglo conduce al puerto de la salvación eterna.
…A esta virgen es enviado el ángel Gabriel, que quiere decir Dios es mi fuerza. Él representa la inspiración de la gracia de Dios: Si ésta no da fuerzas, desfallece el alma. Por eso dice Judit: Dame fuerzas, Señor Dios de Israel, en esta hora. Y golpeó dos veces con el puñal en el cuello a Holofernes, cortándole la cabeza. Holofernes quiere decir el que hace enflaquecer al toro gordo, y representa al pecador, gordo con la abundancia de bienes temporales, privado de virtudes por el diablo, y así se enflaquece y afemina. La cabeza de Holofernes es la soberbia del diablo. Por eso dice el Génesis: Te aplastará la cabeza y tú le acecharás el calcañal. Con esto se da a entender el fin de la vida. La Virgen María con su humildad aplastó la soberbia del diablo, pero él le puso asechanzas al calcañar en la Pasión de su Hijo. El que quiera cortar de sí la soberbia del diablo tendrá que golpearlo dos veces. Esos dos golpes son recordar nuestro nacimiento y nuestra muerte. Quien medita en esto corta de sí la soberbia del diablo, pero necesita pedir antes la fortaleza de la gracia. Portaos como hombres, dice, y sea fortalecido vuestro corazón.
…Llena de gracia. Se pierde todo lo que se echa en vaso lleno. Así no podrá entrar en el alma la suciedad del pecado, si está llena de gracia. La gracia lo ocupa todo y no deja ningún rincón vacío donde pueda quedar o penetrar algo contrario. Quien lo compra todo, desea poseerlo todo; el alma es muy extensa y nadie más que Dios puede llenarla, porque, como dice san Juan: Mayor que nuestro corazón es Dios, que todo lo conoce. El vaso bien lleno gotea por todas partes. De la plenitud del alma reciben todos los sentidos porque, como dice Isaías, de sábado en sábado, es decir, de la paz interior procede la paz de los sentidos y de los miembros.
El Señor es contigo. En el Éxodo se dice lo contrario: No subiré contigo, porque eres un pueblo de dura cerviz. Como si dijese: Subiría contigo si fueses humilde. Por eso promete al humilde en Isaías: Tú eres mi siervo. Si atraviesas las aguas, yo seré contigo; y los ríos no te anegarán; si pasas por el fuego no te quemarás; y la llama no arderá en ti. Las aguas significan las sugestiones diabólicas; los ríos, la gula y la lujuria; el fuego, el dinero o la abundancia de bienes temporales; la llama, la vanagloria. El siervo, es decir, el humilde, con quien está el Señor, pasa ileso a través de las tentaciones del diablo, porque ni la gula ni la lujuria lo cubren. El que tiene la cabeza tapada no puede ver, ni oler, ni hablar, ni oír bien; así el que se cubre con la gula y la lujuria, se priva también de poder contemplar, discernir, alabar y obedecer. El humilde, aunque anda por el fuego de las cosas temporales, sin embargo, por eso no se quema ni con la avaricia ni con la vanagloria.
Bendita tú entre las mujeres. Se dice en las Ciencias Naturales que las mujeres son más piadosas que los hombres, son más prontas para las lágrimas, son de memoria fiel. Estas tres cualidades indican la compasión para con el prójimo, la devoción de lágrimas y el recuerdo de la Pasión del Señor. …Benditas aquellas almas que poseen estas tres cualidades; entre las cuales, el alma fiel y humilde, llena de obras de caridad, es bendecida con prenda especial de bendición.
…Concebirás en tu seno y darás a luz un hijo a quien pondrás por nombre Jesús. Se dice en las Ciencias Naturales que las mujeres encinta tienen dolor y falta de apetito, y la vista se les debilita. …Así el alma, cuando por obra del Espíritu Santo, concibe el espíritu de salvación, comienza a dolerse de los pecados, a hastiarse de los bienes temporales, a disgustarse consigo misma (…), a aborrecer el vino de la lujuria. Con estas señales podrás sopesar si el alma ha concebido el espíritu de salvación, que es dado a luz, cuando lo saca a la luz de las buenas obras. Le pone el nombre de salvación, pues todo lo que hace va orientado a la salvación. Dicen que la intención da nombre a la obra. De hecho, actúa con el fin de agradar a Dios, recibir el perdón, edificar al prójimo y alcanzar la vida eterna. Dígnese concedérnosla Él, que es bendito por los siglos. Amén.