Asimismo la Iglesia nos recuerda que pedir la intercesión de los santos es una buena práctica, ya que necesitamos de intercesión ante Dios, para adquirir la fortaleza necesaria para enfrentar las necesidades de nuestra vida espiritual y material.
San Antonio de Padua
Los devotos de San Antonio de Padua, encontramos en él un referente de vida y el apoyo espiritual y material necesario.
Siempre se han destacado las peculiaridades que rodearon la vida de San Antonio de Padua – Fernando de Bulhoes y Tavares en el mundo – que nació en Lisboa (Portugal) y falleció en Arcella (Italia), cerca de Padua, donde reposan sus restos mortales.
V Nació en el seno de una familia noble portuguesa, que le auguraba una vida acomodada, pero él quiso seguir la llamada de Dios a la vida religiosa.
V Iniciada su vida religiosa, dedicada a la oración y el estudio, el ejemplo de otros – los frailes menores, llegados a Coimbra (Portugal) – y su afán misionero le llevaron a ingresar en esta Orden e ir a Marruecos.
V Inesperadamente, llega a Sicilia y, posteriormente se incorpora a la actividad de apostolado de los Frailes Menores.
V A los 26 años se inicia en la predicación, formación de sus compañeros religiosos y en la lucha contra las herejías en Italia y Francia.
V Después de 10 años de vida activa, fallece a los 36 años.
¿Se puede hacer más en tan pocos años?
Está claro que, a poco que conozcamos la vida de San Antonio de Padua, nos será fácil encontrar alguna virtud o cualidad a imitar y poner práctica en nuestra vida:
V Entrega a Dios, en el estado de vida que tengamos.
V Afán de convertir a los demás a Dios, como nos pide hoy – siglo XXI – el Papa Francisco.
V Afán de apostolado, para acercar a las personas a Dios.
V Militante activo en la defensa de la Fe, predicando y luchando contra las herejías en Italia y Francia.
V Defensor del espíritu de San Francisco en su concepción de los Frailes Menores
Intercesor eficaz
La capacidad de los santos, en nuestro caso San Antonio de Padua, para conseguir, a sus devotos, que alcancen desde las cosas más simples - encontrar un objeto perdido de poco valor material pero sí sentimental - o circunstancias muy importantes, como curar una enfermedad, solucionar una relación humana tirante, recuperar la fe perdida, encontrar la persona con la que constituir una familia, aprobar un examen, encontrar trabajo, y así un largo etcétera, que cada uno sabemos lo que representa en nuestras vidas.
Dios ha querido glorificar a San Antonio, otorgándole una poderosa fuerza de intercesión ante Él, para lo que le permitió obrar muchos milagros durante su vida mortal, y ha querido que la devoción a su figura perdure a través de los siglos, concediendo a sus devotos muchas gracias, cuando le rezan con Fe y Esperanza.
Hoy en día su intercesión debe ayudarnos a remover los espíritus de tantos jóvenes, y menos jóvenes, para volver su pensamiento hacia Dios y recobrar la vida religiosa, que por las circunstancias del ambiente, han abandonado o se ha enfriado en sus vidas.
Comité de Redacción