Esta reforma no se detuvo en los claustros, Desde Gregario VII (1073-85) se introdujo en la Iglesia universal y contribuyó a una verdadera regeneración religiosa.
Otras Órdenes religiosas
Este espíritu de reforma se manifestó en algunas nuevas Órdenes religiosas con tendencias más rigurosas, que aparecieron particularmente en Italia. Los camaldulenses, por ejemplo, fundados por San Romualdo el año 1012 en el Campo Maldolo, en Italia, significan un matiz de este movimiento de reforma. Tomando como base la regla benedictina, juntaron el silencio y otras prácticas de retiro y penitencia.
Los monjes de Valleumbrosa, fundados por Juan Gualberto en 1030, insistieron más todavía en la vida contemplativa y medio anacorética. Otros conatos semejantes en Italia están representados por San Nilo y San, Pedro Damiano.
El monacato en España
Después de la invasión árabe, la vida monástica desapareció en los territorios dominados por los musulmanes. En cambio, en la España libre se fue desarrollando rápidamente. Hacia el año 1000 eran muy numerosos los monasterios en León, Castilla, Aragón y Cataluña. Entre los más célebres se distinguen: Cardeña, Silos, Leyre, San Juan de la Peña, Ripoll y San Juan de las Abadesas, Oña y Sahagún.
La regla de San Benito tardó mucho en introducirse en España, donde hasta el siglo ix o x persistieron las reglas nacionales.
Reforma cluniacense en los monasterios de España
La reforma cluniacense la introdujo en España el abad Paterno, de San Juan de la Pepa. Estuvo algún tiempo en Cluny, y luego la introdujo en su monasterio. Luego la abrazó el de Oña. Como abad dejó al monje García, y a su muerte fue nombrado Iñigo, venerado como Santo. Casi al mismo tiempo se introdujo en Leyre, Ripoll y Sahagún. Ripoll adquirió gran importancia en Cataluña, sobre todo con su abad Oliva, y Sahagún, en León y Castilla, constituyéndose en una especie de Cluny español. Sancho el Mayor y sus hijos Fernando I y Alfonso VI favorecieron mucho la reforma.
Santos insignes
San Benito de Aniano (+ 821), de origen español, que trabajó, intensamente en la reforma. San Odilón. (+ 1049) y San Hugón (+ 1109), los mejores representantes de la reforma cluniacense. San Romualdo (+ 1027), fundador de los camaldulenses. San Iñigo de Oña (+ 1057), célebre por su austeridad.
Compendio de Historia de la Iglesia Católica
Bernardino Llorca, S.J.