Durante el mes de Noviembre, el mes que la Iglesia dedica a recordar de forma especial a los fieles difuntos, se ha venido celebrando una misa cada día, en la nave central de la Basílica de San Antonio, en Lisboa, por las intenciones que vosotros nos enviásteis, y por el eterno descando de vuestros seres queridos.

La importancia de orar por los difuntos

Desde su fundación, la Obra de EL PAN DE LOS POBRES ha encargado misas por los suscriptores difuntos, al tiempo que ayuda a los sacerdotes, en su labor pastoral, con estipendios para misas.

A todos os agradecemos el apoyo a esta obra de Caridad espiritual (orar por los difuntos) y material (ayudar a nuestros sacerdotes).

Misa ordinaria: 10 Euros. Misas Gregorianas (30 misas durante 30 días seguidos): 360 Euros/tanda.

La importancia de orar por los difuntos

Desde su fundación, la Obra de EL PAN DE LOS POBRES ha encargado misas por los suscriptores difuntos, al tiempo que ayuda a los sacerdotes, en su labor pastoral, con estipendios para misas.

A todos os agradecemos el apoyo a esta obra de Caridad espiritual (orar por los difuntos) y material (ayudar a nuestros sacerdotes).

Misa ordinaria: 10 Euros. Misas Gregorianas (30 misas durante 30 días seguidos): 360 Euros/tanda.

Esta campaña está llegando a su fin, pero en Diciembre todavía podemos enviar nuevos nombres de personas, a las que queramos dar a conocer la revista;

Los que habéis recibido el Calendario “San Antonio 2016”,

Altea (Alicante) - Josefa Ponsoda Ribes; Andes (Asturias) - Marcelina Vda. de Siñeriz; Artajona (Navarra) - Josefina Lascarro; Avinyo (Barcelona) - Encarnación Alsina; Añe (Segovia) - Vicente Llorente Borregón; Barbastro (Huesca) - Julio Salinas Torres; Barcelona - Ascensión Jiménez Corral; Teresa Visus Lacasta; Concepción Morales Calvo; Bearín (Navarra) - Demetrio Monreal Hernández; Beas (Huelva) - Fernanda Conde Leñero; Betelu (Navarra) - Sinforiana Buldain Iguerategui;

En 1231, San Antonio era consciente de que su vida llegaba a su término; sus enfermedades y agotamiento físico le hacían prever su final. Tenía 36 años y llevaba 10 de vida activa de apostolado y predicación, acercando las almas a Dios y a la Iglesia.