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Dad limosna, y lo tendréis limpio todo

En aquel tiempo, cuando Jesús terminó de hablar, un fariseo lo invitó a comer a su casa. 
Él entró y se puso a la mesa. 
Como el fariseo se sorprendió al ver que no se lavaba las manos antes de comer, el Señor le dijo: 
- Vosotros, los fariseos, limpiáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro rebosáis de robos y maldades. 
¡Necios! El que hizo lo de fuera, ¿no hizo también lo de dentro? 
Dad limosna de lo de dentro, y lo tendréis limpio todo.

Comentario Papa Francisco

El Papa Juan XXIII era un hombre capaz de transmitir paz, una paz natural, serena, cordial; una paz que con su elección al Pontificado se manifestó a todo el mundo y recibió el hombre de bondad. Es muy bello encontrar a un sacerdote bueno, con bondad. Juan XXIII transmitía paz porque tenía un alma profundamente pacificada: él se había dejado pacificar por el Espíritu Santo. Y este ánimo pacificado era fruto de un largo y arduo trabajo sobre sí mismo, trabajo del que ha quedado abundante huella en el Diario del Alma.