Como todo en esta vida, tiene un origen y también un fin, la advocación de Nuestra Señora de las Nieves tiene su origen en la antigua Roma.
Un matrimonio. El cual posee muchas riquezas que la vida les dio. Pero la vida les privó de tener descendencia. Este matrimonio cristiano, era en extremo devotos de la Madre de Jesus.
Ya ancianos no sabían a quién dejarle su enorme fortuna. Y convinieron en dejarle la herencia a Nuestra Señora. Harían un templo, una casa para María.
Pero ¿Dónde? Un día de julio este matrimonio sueña que la Virgen escoge el lugar, y para ello haría nevar María en el sitio exacto donde hoy se levanta la Basílica de Santa María la Mayor de Roma.
A la par que este matrimonio soñaba este hermoso sueño en su palacio del laterano, el Papa San Liberio. También él soñaba con esta indicación de María. Desde entonces se venera a la patrona de roma con el título de Nuestra Señora de las Nieves “SALUS POPULI ROMANI” que significa “salud del pueblo romano”.
La mañana del 5 de agosto, apareció nevada la colina del monte Esquilino de Roma. Y allí se construyó Santa María la Mayor.
Y esto ¿Qué relación tiene con Chinchilla?
Roma, la ciudad eterna, tiene por patrona a Nuestra Señora de las Nieves.
Chinchilla, para el que la conoce, ciudad eterna, comparte patrona con la capital del cristianismo. Comparte patrona con la tierra que acoge la Santa Sede.
También esta pequeña imagen de Chinchilla es blanquita en su color, lo que nos trae al recuerdo la nieve en los calurosos días del verano, en que la festejamos.
También en Chinchilla nevó un 5 de agosto, y decidimos que la llamaríamos como ese armiño que nos regala la naturaleza, que es la nieve.
En España la mayoría de catedrales están sujetas a la advocación de Santa María, en recuerdo de la Basílica de Roma.
María es templo. Y Javier avilés en su libro de ave maría, que nos narra en pequeñas pero sutiles pinceladas, las patronas más importantes de la diócesis de Albacete, al narrar nuestra Virgen de las Nieves la llama “casa de oración, la casa para el encuentro de Dios y el hombre”.
Así invocamos a la virgen. Salud, oasis en el estío, y casa.
Ella es realidad. Ella es símbolo. Ella es casa. Ella es madre. Ella es patrona.
Modelo a seguir en la fe. La que se fio siempre de Dios. Ella es Madre.