«En el principio existía el Verbo…», comienza diciendo el Evangelio de San Juan. ¡Qué escuetas, pero qué llenas de contenido, qué profundas y qué hermosas estas palabras!

Un pasaje evangélico en el que Jesús nos revela de manera bien precisa y hermosa cómo es el Padre, es la parábola del hijo pródigo.

La revelación de Dios Padre en el Antiguo Testamento

           Dios se nos ha revelado como Padre. Lo ha hecho en varias ocasiones en el Antiguo Testamento y, desde luego, en todas sus manifestaciones de amor misericordioso hacia el pueblo de Israel, su pueblo escogido: a pesar de sus desobediencias y rebeldías, Dios le ha perdonado una y otra vez y se ha apiadado de este pueblo “de corazón obstinado y pertinaz”, dándole una nueva oportunidad.

Por la razón podemos llegar al conocimiento de Dios a través de la concatenación de las causas en la Creación, pues la mente humana descubre que Alguien tiene que estar en el origen de todo lo que existe.

La razón humana, como enseña la Filosofía (en concreto la Teodicea o Teología Natural) y lo afirmó el Concilio Vaticano I convocado por el Beato Pío IX, nos puede llevar y de hecho nos lleva al conocimiento de Dios. 

Jerzy Popieluszko nació en Okopy en 1947, dentro de un ambiente familiar y regional fuertemente religioso y opuesto al régimen comunista impuesto en Polonia por la Unión Soviética. 

Conocido popularmente en Chile como “el P. Hurtado”, nació en Viña del Mar en 1901 y quedó huérfano a los cuatro años, permaneciendo bajo la custodia de su piadosa madre.